912 PAISAJE ANDALUCIA


EL PAISAJE  NATURAL EN ANDALUCIA. 



Fontana, una hembra nacida en 2009 en Andújar

España es uno de los países con mayor diversidad biológica de la Unión Europea debido, entre otros, a factores tales como su posición geográfica, su diversidad geológica, la gran variabilidad climática, orográfica y edáfica, la historia paleobiogeográfica o la existencia de islas.

La Ley 42/2007 de 13 de diciembre, del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad, establece el régimen jurídico básico de la conservación, uso sostenible, mejora y restauración del patrimonio natural y de la biodiversidad


LA DIVERSIDAD DE LOS ECOSISTEMAS ANDALUCES.
La posición de la región hace que en su medio físico y en sus aspectos humanos se entrecrucen influencias variadas que explican su diversidad ecológica.

Andalucía posee un medio ecogeográfico marcado por la diversidad y los contrastes.
  • En el relieve están presentes los dominios geológicos herciniano y alpino; y aunque dominan las tierras llanas del valle del Guadalquivir, existen también altiplanos y zonas montañosas, como Sierra Morena y las cordilleras Béticas.
  • En la litología están representadas las áreas silícea, caliza y arcillosa.
  • En los climas existen grandes contrastes térmicos y enormes contrastes de precipitaciones.
  • En la vegetación, aunque predominan las formaciones mediterráneas, existen ejemplos de flora norteafricana llegados a través del Estrecho; reliquias de la era terciaria y enclaves de vegetación propia.
  • En función de los contrastes anteriores, existen también variedad de suelos y de recursos hídricos.
La diversidad del medio físico no supone falta de estructuración de la región. Esta viene dada por le valle del Guadalquivir y por un clima y una vegetación predominantemente mediterráneos.

Mapa de los Paisajes de Andalucía 

La elaboración del Mapa de los Paisajes de Andalucía, además de constituir un significativo avance en el reconocimiento de los recursos paisajísticos de la región en su conjunto, ofrece un marco general de referencia para el desarrollo de numerosas líneas de trabajo en relación con el paisaje. En este sentido, el presente mapa, supone no sólo una considerable aportación en el inventario y clasificación de los recursos paisajísticos, sino que, además, conforma una base geográfica y cartográfica imprescindible para el estudio, evaluación, protección, ordenación y gestión de los paisajes andaluces.

El Mapa de los Paisajes de Andalucía se articula en dos niveles de representación gráfica de los recurso paisajísticos de la región. En un primer nivel, con un marcado carácter morfoestructural y natural, pero también histórico, socio económico y de organización territorial, el mapa establece para el conjunto de Andalucía un total de 85 ámbitos paisajísticos, 84 peninsulares y uno insular correspondiente a los islotes de Alborán, que responden a situaciones de gran homogeneidad, físico-ambiental y socio-territoral y en cuya denominación se han utilizado topónimos de amplio reconocimeinto social (Hoya de Guadix, Condado-Aljarafe, Las Alpujarras, Costa del Sol Occidental y Oriental...).

Estos ámbitos paisajísticos se han agrupado posteriormente en el mapa en 19 áraeas paisajísticas que, a su vez, pueden agruparse en cinco grandes categorías de paisaje: (1) serranías, (2) campiñas, (3) altiplanos y subdesiertos esteparios, (4) valles, vegas y marismas y (5) litoral. A través de estas áreas y categorías es posible caracterizar los distintos ámbitos atendiendo a sus rasgos geomorfológicos y paisajísticos más significativos. En un segundo nivel, relacionado fundamentalmente con las características escénicas del paisaje, la leyenda del mapa recoge 35 unidades fisionómicas, responsables, en úlitma instancia, de las características formasles (textura, colores,...) y de las más variadas morfologías estructurantes (mesas, bad lands,...). Estas unidades fisionómicas aparecen agrupadas en el mapa en cuatro grupos en función de los componentes paisajísticos predominantes en ellas. Así, se establcen unidades fisionómicas con predominio de (1) cobertura vegetal natural o naturalizada, (2) unidades con predominio de los aprovechamientos agrícolas, (3) unidades con predominio de las georformas y (4) construcciones y espacios muy alterados.

Desde el punto de vista de la evaluación de los recursos paisajísticos, el establecimiento de estas categorías, áreas ámbitos paisajísticos y unidades fisionómicas, sientan las bases para la realización de un futuro Atlas de los Paisajes de Andalucía y para la definición de un sistema de indicadores paisajísticos a escala regional y subregional. Además, la identificación y caracterización progresiva de los paisaje andaluces, reportará, entre otras ventajas, la posibilidad de aplicar con mayor conocimiento de causa la normativa en materia de impacto ambiental en sus consideración de los aspectos paisajísticos, hasta ahora subestimados por falta de referentes precisos.

Los paisajes agrarios andaluces participan de las características típicas en un país desarrollado. La diversidad de las condiciones naturales (relieve y climas) permiten diferenciar tres grandes tipos de paisajes agrarios en Andalucía: 

Paisajes de montaña. 

La zona de Andalucía donde los paisajes agrarios de montaña ocupan más extensión es la correspondiente a las provincias de Málaga, Granada y Almería. Son paisajes agrarios tradicionales poco degradados, en los que se mezclan elementos de la actividad agraria con elementos naturales de gran valor paisajístico y belleza. El relieve dificulta la agricultura, aunque puede salvarse gracias a la construcción de bancales. Las actividades ganaderas y forestales se ven más favorecidas en estas zonas. 

Paisajes de campiñas y llanuras. 

Este paisaje ocupa gran parte de las provincias de Huelva, Sevilla, Córdoba, Jaén y Cádiz. El relieve y el clima son bastante más favorables para la agricultura. Los monocultivos de olivar y cereales son típicos en estas zonas. Predominan las grandes propiedades (latifundios) que tradicionalmente se explotaban con abundante mano de obra asalariada (jornaleros y jornaleras). La extensión del regadío y la introducción de maquinaria han asegurado en estas tierras mejores cosechas, pero han reducido la necesidad de mano de obra, generando el problema del desempleo rural. 

Paisajes litorales. 

Se dan en las inmediaciones de las costas andaluzas. En la actualidad, gran parte del litoral andaluz ha sido ocupado por construcciones orientadas al turismo y ha perdido sus rasgos rurales tradicionales. Los paisajes agrarios de las zonas costeras se ven beneficiados por la suavidad de las temperaturas, que permite obtener producciones muy variadas, incluso de productos tropicales. 

Por tanto, Andalucía cuenta actualmente con 156 Espacios Naturales Protegidos: 154 con las categorías de protección referidas y 2 ZEPA (incluidas en las Zonas de Importancia Comunitaria, ZIC), y que, en conjunto, abarcan casi 1,8 millones de hectáreas, lo que supone más del 20% de la superficie de Andalucía.


El Patrimonio ambiental es la suma de los determinados, tales como: cultura, sociedad,ambiente, historia, tradiciones, económicas y políticas; que son heredados y conservados para una mayor disposición de los recursos de un país, una nación, una región o un lugar, que se utiliza para la vida social, económica e histórica que se posee. El Medio Ambiente es un sistema global constituido por elementos naturales y artificiales de naturaleza física, química , biológica, ocio cultural y sus interacciones, en permanente modificación por la acción humana o natural, y que rige y condiciona la existencia y desarrollo de la vida en sus múltiples manifestaciones


CATEGORÍAS PAISAJÍSTICAS. ÁREAS PAISAJÍSTICAS

  Centro de Estudios Paisaje y Territorio - Consejería de Obras Públicas y Transportes

Espacios naturales protegidos: número y superficie (hectáreas)
Parque
nacional
Parque
natural
Parque
periurbano
Paraje
natural
Paisaje
protegido
Reserva
natural
Reserva natural
concertada
Monumento
natural
ZEPA (*)



En España existe un elevado número de figuras de protección natural. Cada Comunidad Autónoma ha creado estos diferentes elementos que permite protegerlos más o menos, con mayor o menor intensidad, atendiendo a las necesidades de cada espacio. Además, se deben tener en cuenta otras características, tales como la superficie que tiene o la implicación que los habitantes de la zona han tenido en la construcción del ecosistema.


 ANDALUCIA:
Figuras de Protección

Parque Nacional: Doñana, Sierra Nevada , Sierra de la nieves
Parque Natural: Bahía de Cádiz, Cabo de gata-Níjar
Paraje Natural: Alto Guadalquivir, brazo del este, cascado de la cimbarra
 Reserva Natural: Albufera de Adra, complejo endorreico de Chiclana
 Reservas Naturales concertadas: Cañada de los pájaros, Charca Suárez, dehesa de abajo, Laguna de la paja
 Paisajes protegidos: Corredor verde del guadiamar, río tinto
Monumento natural: Acantilado del asperillo, Acebuche de espinillo, Bosque de la Bañizuela
Parques periurbanos: De castala, Dehesa del generalice, Dehesa de Santa Fe, Dunas de san Antón

VER_ https://www.andalucia.org/es/espacios-naturales


Doñana

Doñana es un espacio natural protegido por la legislación nacional y andaluza y reconocido por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad desde 1994. Es el humedal más importante de Europa. Doñana es agua, en forma de marismas y lagunas. Cada invierno pasan alrededor de medio millón de aves de 150 especies diferentes. Enblema de especies en peligro como el águila imperial y el lince ibérico, a las que los esfuerzos de las últimas décadas han conseguido salvar de la completa extinción. Doñana es un símbolo de la resistencia ante las amenazas.

Es reserva de la  biosfera. Tienen una superficie de 50.720 hectáreas y el preparque 26.540 hectáreas.

La variedad de ecosistemas que integran Doñana . Playas, dunas, cotos, marismas... cada escenario tiene sus actores, lo mismo que cada estación una representación distinta.

Paisaje duro, casi desolador,   hermoso y hostil que sobrecoge, entre el océano detrás y  la marisma e, con la duna avanzando entre ambos con la misma lentitud .

Desde los orígenes de su protección —que se remontan al 30 de diciembre de 1963— ha tenido que defenderse del hombre. Porque Doñana, a diferencia de otras grandes reservas naturales ubicadas en zonas despobladas, vive cercada por el ser humano y sus actividades.

Aquel 30 de diciembre de 1963 se cerró la compra —capitaneada por la organización ecologista WWF— de más de 6.700 hectáreas del antiguo coto por 33 millones de las antiguas pesetas. Luego, se cedió al CSIC y se creó la Estación Biológica de Doñana. Y en 1969 la dictadura de Franco lo declaró parque nacional. Doñana cuenta en este momento con 108.000 hectáreas protegidas. Están repartidas, casi a partes iguales, entre el llamado parque natural y el parque nacional, la zona de mayor protección. Doñana se asienta sobre un territorio antiguamente ocupado por la amplia bahía que formaba la desembocadura del Guadalquivir. Hace unos tres mil años empezó un lento proceso de colmatación: la gran cubeta de fondo arcilloso fue rellenándose con limos y arenas, a la vez que las dunas se apoderaban de los terrenos encharcados cercanos a la costa. Dentro de las 108.086 hectáreas que ocupa el parque nacional, gran parte se inunda temporalmente y forma la marisma; el resto está ocupado por arenas, móviles en la zona de dunas y estabilizadas por la vegetación en la zona de ctos

Aquella compra de los terrenos a varios propietarios se hizo ante la amenaza de la expansión de los arrozales, la plantación de eucaliptos y algún proyecto turístico. Más de medio siglo después, las amenazas siguen viniendo casi desde el mismo lugar. El uso descontrolado del agua —según ha advertido en varias ocasiones la Unesco— es una de las más importantes. .La Junta de Andalucía y el Gobierno han acordado un plan de acción —con cierre de pozos y eliminación de hectáreas de cultivos— tras años de inacción. Pero su aplicación está despertando las protestas del potente sector agrícola de la zona, una importante industria basada en los frutos rojos, como la fresa. Ramón Navarro
laberinto de tierra y agua, de enorme variedad paisajística, a caballo entre las provincias de Huelva, Sevilla y Cádiz. Marismas, pinares, playas vírgenes de arena blanca, espectaculares acantilados y complejos de lagunas que dan cobijo a miles de aves. Destacan el sistema de dunas en movimiento que discurre entre Matalascañas y la desembocadura del Guadalquivir

Subsiste el más importante sistema de dunas móviles de Europa; «trenes» de arena arrastrada y acumulada por los vientos, montículos que pueden llegara tener varios kilómetros de longitud, centenares de metros de anchura y decenas de metros de altitud, y cuya velocidad alcanza los seis metros por año. Con su avance arrollan a la vegetación (los llamados «corrales», formados por bosquetes de pino piñonero y manchas de romero, tomillo y jaguarzo), dejando los esqueletos de los árboles o «campos de cruces» como testigos de su paso. Algunos enebros, dotados de un sistema de raíces que les permite «flotar» en la arena, subiendo y bajando con las oscilaciones de nivel, no llegan a sucumbir.

Es en la frontera entre el monte y la marisma donde la vida soporta con mayor firmeza el pulso a las estaciones. La vera, una estrecha franja de pastizal poblada esporádicamente por alcornoques -entre los que se encuentran las centenarias «pajareras» que bullen en la época de cría-, es el último refugio para los ciervos y gamos durante el sofocón veraniego. Mantiene el suelo húmedo y vegetación verde a lo largo de todo el año gracias al agua filtrada por las arenas, que rezuma en la superficie al llegar a la barrera impermeable de arcillas del fondo de la marisma. En la inmensa laguna, si te adentras unos pocos kilómetros a caballo, tienes la sensación de ser el único hombre sobre el planeta.

El tránsito tan arraigado en esta tierra -tránsito de alas, de colores, de hermandades-, se sublima en este hábitat acuático, cuartel de invierno de cien mil ánsares y medio millón de patos, con vetas, vetones, lucios, quebradas y caños en la época de aportes, y de arcilla cuarteada cuando el sol se bebe el agua. Medio dulce, medio salado, el ecosistema marismeño esel paisaje más amable y «exportable» de Doñana, el que le confiere su poderosa personalidad.

Ssu interés faunístico no tenga parangón en Europa. El lince y el águila imperial son nombres indiscutibles, pero aquí se reproducen 8 especies de peces, 9 de anfibios, 17 de reptiles, 125 de aves y 28 de mamíferos; es, además, lugar de paso e invernada de otras 125 especies de aves

Doñana
Si al principio de esta reseña empezabamos con la mayor cumbre. Ahora toca el ejemplo de una fosa alpina.  El Parque Nacional de Doñana es un mosaico de ecosistemas que albergan una biodiversidad única en Europa. Destaca sobre todo la marisma, de extraordinaria importancia como lugar de paso, cría e invernada para miles de aves europeas y africanas.

Sierra Nevada

- El parque nacional de Sierra Nevada fue declarado el 3 de enero de 1999. Se encuentra entre Granada y Almería y es el parque donde mejor está representado la montaña mediterránea, media y alta. Posee 66 endemismos vegetales y 80 faunísticos. Es reserva de la biosfera desde 1986. Tienen una superficie de 86.208 hectáreas.


Es, con sus 85.883 hectáreas, el parque nacional más grande de España, y uno de los más visitados. Sierra Nevada, en Granada y Almería, es media y alta montaña mediterránea, con más de 2.000 especies vegetales (66 de ellas endémicas), anfibios, reptiles, mamíferos, insectos. Un extenso macizo montañoso con un relieve compacto del que destaca la cima más alta de la península ibérica: el Mulhacén, con 3.479 metros. La cabra montés es, quizás, la especie más característica de estas cumbres.

 Producto de los episodios glaciares del Terciario y el Cuaternario, quince de sus cumbres superan los 3.000 metros de altitud, y configuran el ecosistema de alta montaña más meridional de Europa.

-Sierra de las Nieves Málaga
a Sierra de las Nieves es un verdadero paraíso de contrastes, como pone de manifiesto la existencia de la sima más profunda de Andalucía -GESM- o que sus cimas lleguen a alcanzar los 2.000 metros de altura -La Torrecilla-.

La Reserva de la Biosfera y el Parque Nacional de la Sierra de las Nieves 


Dentro de las más de 50.000 hectáreas del Parque Natural de la Sierra de Grazalema, a caballo entre las provincias de Málaga y Cádiz, se encuentra la Sierra del Pinar y, en su cara norte, un magnífico bosque de pinsapos (abeto español). Recorrer estos fósiles vivientes que solo crecen a más de 1.000 metros de altura requiere una autorización (consultar en los centros de visitantes).
Su principal protagonista es el pinsapo, un abeto mediterráneo, reliquia botánica que tiene sus únicos reductos en estas sierras y su entorno -sirve como ejemplo el monumento natural de La Escalereta-. Comparte escenario altitudinal con bosquetes de quejigo en los montes de Tolox y con el tejo en reductos muy concretos y singulares -Cañada de las Carnicerías y Meseta de Tolox. En las cotas superiores el monte se clarea y da paso a arbustos espinosos y almohadillados que soportan los rigores del invierno: enebros, sabinas rastreras, piorno azul, cerezo rastrero y carrasquilla, propios de latitudes mucho más septentrionales. En cotas bajas aparece la encina, que alterna en zonas más húmedas con alcornoque y un matorral formado por aladierno, aulaga, enebro de miera, majuelo, jara blanca, endrino, agracejo y pendejo. También destaca la presencia de pino, cornicabra (una de las poblaciones más importantes de Andalucía) y manchas de algarrobos y castaños. Aunque es la cabra montés el emblema faunístico del espacio protegido, quizá sea la avifauna la de mayor interés, pues acoge hasta 120 especies con amplia representación de rapaces, tanto diurnas como nocturnas. Durante los movimientos migratorios se pueden observar grandes bandadas de abejero europeo y milano negro, y cuenta con otras aves vinculadas a bosques, roquedos y a lechos fluviales. Es de subrayar la presencia de invertebrados, como el cangrejo rojo autóctono o la araña negra de Los Alcornocales (la mayor del continente Europeo), un importante elenco de murciélagos, una subespecie de salamandra exclusiva de las Sierras de Cádiz y Málaga y algunos peces restringidos tan solo a los cursos fluviales de este espacio: cacho de Málaga (río Guadalevín) y el pez fraile (río Verde).
(https://www.andalucia.org/es/espacios-naturales-sierra-de-las-nieves)

A la vista -Parque Natural de la Sierra de Grazalema
donde crecen los pinsapos (Andalucía)

En el lado opuesto, a sotavento el desierto de Tabernas (Almería).

foton
Vista general del desierto de Tabernas (Almería).


PARA SABER MÁS, VER:

ANDALUCÍA (HIS-ESP-AND), PAISAJE Y PATRIMONIO
DE LOS PAISAJES NATURALES AL PAISAJE CULTURAL, PROBLEMÁTICA AMBIENTAL, GESTIÓN PATRIMONIAL Y EDUCACIÓN  



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