587 VISIGODOS

- LA ANTIGÜEDAD / Los godos / Conversión de Recaredo / Antonio Muñoz i Degrain
Conversión de Recaredo* ............................... .................. Antonio Muñoz i Degrain_/_1887. .
Pintura de Historia / Eclecticismo. .
Óleo.sobre.lienzo_/_350.x.550 cm. .
Palacio__del._Senado_./_.Madrid. .


Recaredo (I)

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Leovigildo murió, según todos los indicios, al iniciarse la primavera del año 586. Recaredo, su hijo menor, le sucedió en el trono sin lucha alguna, inmediatamente después. San Isidoro de Sevilla habla en su Historia de regibus Gothorum, Vandalorum et Suevorum en estos términos de la sucesión:
En la era DCXXIIII, en el año tercero del imperio de Mauricio, muerto Leovigildo, fue coronado rey su hijo Recaredo, quien, tranquilamente, recoge el cetro de su reino...

La expresión empleada por San Isidoro para describir el relevo, "cum tranquilitate", es, si comparamos éste con los que le precedieron, harto elocuente.

No debió, pues, existir ningún problema para la transmisión del poder; primero, por la fuerza con que Leovigildo había atado a las instituciones -léase nobleza-, y, en segundo lugar, por las virtudes que el propio Recaredo acrisolaba, virtudes demostradas, como ya vimos, en su victoriosa campaña
de la Septimania contra los francos .

El mismo San Isidoro añade a continuación un elogioso retrato del nuevo monarca:


Estaba dotado de un gran respeto a la religión y era muy distinto de su padre en costumbres, pues el padre era irreligioso y muy inclinado a la guerra; él era piadoso por la fe y preclaro por la paz; aquél dilataba el imperio de su nación con el empleo de las armas, éste iba a engrandecerlo más gloriosamente con el trofeo de la fe.


El panegírico del sabio obispo hispalense, del "nuevo Salomón", como no en vano le denominara el papa San Gregorio Magno, es, no cabe duda, interesado por mor de la conversión de Recaredo al catolicismo.

En parecidos términos se expresa el Biclarense -igualmente católico- cuando alude a la era de Recaredo como un período de unificación espiritual para Hispania -"ad unitatem et pacem"-. Pero esa paz, no fue, ni mucho menos, el leitmotiv del reinado, en el cual las sublevaciones y revueltas se suceden, como veremos, de una manera casi sistemática, sobre todo a partir de la celebración del III Concilio de Toledo, clave para que se produzca esa unificación espiritual a la que alude Juan de Biclara en su crónica.

Durará el reinado de Recaredo en Hispania quince años, desde mayo de 586, hasta diciembre de 601; años durante los cuales el país, efectivamente, entra en una nueva era, consolidado el Estado, planificada la unidad y, a partir de los últimos, rota la discordia.
Del fracaso de Leovigildo, que en busca de la cohesión interna del Reino de Toledo incentivó económicamente el paso de la mayoría católica al arrianismo, aprendió la lección su hijo y heredero Recaredo. Él ensayaría, pues, la vía del catolicismo como medio para concertar la Hispania goda. De este modo, con motivo de la celebración III Concilio de Toledo, que tuvo lugar en 589, haría pública su renuncia y la de su familia a la fe arriana, y ordenaría el bautismo del pueblo godo pese a las reticencias morales mostradas por buena parte del mismo y las presiones derivadas de las revueltas nobiliarias.

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